La democracia representativa, expresada fundamentalmente en el voto para elegir unos representantes que deben "interpretar" la voluntad de un pueblo, es lo que se conoce como modelo clásico liberal. Es la manifestación más clara de la soberanía de los partidos políticos, los que en Santacruz no han aprovechado el inmenso poder de este sistema de gobierno. Por el contrario, abusaron del sistema y se corrompieron hasta los niveles que hoy conocemos.
El nuevo escenario de la democracia participativa le da un nuevo sentido ético a la política, a la aplicación de la justicia, al bienestar social y económico. Por eso, garantizar la paz a través de comprometer a cada uno de los ciudadanos con un destino público cobra un nuevo significado. De ahí que se proclama un nuevo Estado: el Estado Social de Derecho, cuya misión es dar plenas garantías jurídicas a todos los colombianos, ampliando el espacio público para el debate, el aprendizaje y la concertación en la solución de los grandes conflictos que afligen a la sociedad colombiana.
Lo que hace pensar en la necesidad de cambiar de rumbo en las políticas económicas, sociales y en las prácticas morales. El país debe asumir una actitud crítica frente a una globalización injusta y, sobre todo, un mayor compromiso con los sectores empobrecidos.
Santacruz requiere de una nueva ética política, con carácter civilista, desde la acción dialógica, fundada en la razón, que logre los mínimos posibles en la ampliación de la participación democrática. Es preciso que la participación ciudadana deje de ser un simple enunciado jurídico y se convierta en una acción permanente, ligada a la formación del nuevo ciudadano constructor de un nuevo Santacruz, solidario con los más pobres, pluralista, que renuncie a toda pretensión unanimista y amiguismos, cuyo imperativo ético sea el esfuerzo, la solidaridad y la responsabilidad.
Un Santacruz distinta en donde los valores éticos y morales, orienten el obrar del ciudadano hacia el logro de grandes propósitos, de prosperidad, productividad y la plena satisfacción de necesidades básicas.
El Municipio necesita desarrollar una educación ciudadana, con sensibilidad ética, que acepte las diferencias, que admita el multiculturalismo, la multiplicidad de formas de pensar, de sentir. Se requiere de una nueva pedagogía que motive la participación democrática, ayude a desarrollar las capacidades de autonomía y autorrealización, que potencie la actitud para que el ciudadano termine siendo un sujeto irrenunciable en el logro de su proyecto de vida.
Este 30 de Octubre Hagamos de Santacruz una verdadera Democratica
El nuevo escenario de la democracia participativa le da un nuevo sentido ético a la política, a la aplicación de la justicia, al bienestar social y económico. Por eso, garantizar la paz a través de comprometer a cada uno de los ciudadanos con un destino público cobra un nuevo significado. De ahí que se proclama un nuevo Estado: el Estado Social de Derecho, cuya misión es dar plenas garantías jurídicas a todos los colombianos, ampliando el espacio público para el debate, el aprendizaje y la concertación en la solución de los grandes conflictos que afligen a la sociedad colombiana.
Lo que hace pensar en la necesidad de cambiar de rumbo en las políticas económicas, sociales y en las prácticas morales. El país debe asumir una actitud crítica frente a una globalización injusta y, sobre todo, un mayor compromiso con los sectores empobrecidos.
Santacruz requiere de una nueva ética política, con carácter civilista, desde la acción dialógica, fundada en la razón, que logre los mínimos posibles en la ampliación de la participación democrática. Es preciso que la participación ciudadana deje de ser un simple enunciado jurídico y se convierta en una acción permanente, ligada a la formación del nuevo ciudadano constructor de un nuevo Santacruz, solidario con los más pobres, pluralista, que renuncie a toda pretensión unanimista y amiguismos, cuyo imperativo ético sea el esfuerzo, la solidaridad y la responsabilidad.
Un Santacruz distinta en donde los valores éticos y morales, orienten el obrar del ciudadano hacia el logro de grandes propósitos, de prosperidad, productividad y la plena satisfacción de necesidades básicas.
El Municipio necesita desarrollar una educación ciudadana, con sensibilidad ética, que acepte las diferencias, que admita el multiculturalismo, la multiplicidad de formas de pensar, de sentir. Se requiere de una nueva pedagogía que motive la participación democrática, ayude a desarrollar las capacidades de autonomía y autorrealización, que potencie la actitud para que el ciudadano termine siendo un sujeto irrenunciable en el logro de su proyecto de vida.
Este 30 de Octubre Hagamos de Santacruz una verdadera Democratica